Aun con la “resaca” de los excesos navideños, los buenos propósitos para
el nuevo año y unos cuantos euros menos en el bolsillo nos enfrentamos a la
cuesta de enero. Este año con subidas en servicios básicos como luz, gas,
transporte y carburantes.
Es momento de planificar este 2013, tener un buen control de la economía
doméstica, organizar las cuentas y así
evitar los temidos números rojos.
La factura de
luz se prevé que suba un 8 por ciento junto
con el gas natural que es otro de los afectados, cuya factura podría encarecerse hasta un 4,4 por ciento.
Lo que afectará directamente a las
economías domésticas y comunidades de vecinos así como de manera indirecta
a industria y servicios.
Como hacer la cuesta más llevadera.
Tras la situación económica a la que nos
enfrentamos, tenemos que tomar medidas y buscar la mejor solución posible.
Nuestro objetivo es hacer que la empinada cuesta de enero se atenúe lo máximo
posible.
Este invierno las temperaturas nos están respetando
y esto es un punto a favor en nuestro gasto de calefacción y energía. Es
importante moderar el consumo mantener el termostato a una temperatura de 20-23
grados para que el ambiente sea agradable. Evitar las fugas de calor con las
corrientes de aire y como no, tener la manta siempre cerca.
Moderar
el uso de electrodomésticos, no dejar la televisión encendida de “fondo”,
llenar la lavadora y lavavajillas antes de ponerlos en funcionamiento, utilizar
el horno para cocinar varios platos… esto mantendrá estable nuestra factura de
la luz.
Para
tener una buena planificación
debemos tener un calendario de pagos,
y de esta manera sabremos exactamente qué día pagamos el recibo de la hipoteca,
luz, colegio, comunidad… además será de gran ayuda planificar nuestro
presupuesto mensual para comida, ocio,
ropa... es importante saber lo que
gastamos y valorar si es necesario, si se puede buscar una mejor oferta, o si
es lo que realmente queremos.
Eliminar los gastos superfluos que mantenemos nos hará
sentir mejor anímicamente y también a nuestro
bolsillo, todos tenemos algún gasto que se puede evitar fácilmente… suscripciones,
fascículos, clases a las que no asistimos...
Si cada vez que pensáis en el precio de la gasolinera se os nubla la vista y os tiembla el pulso, tenemos varias medidas de
ahorro, viajar en transporte público y así evitar coger el coche. Es
buena opción si vivimos cerca del trabajo utilizar la bicicleta que nos permite ahorrar en gasolina y hará
desaparecer los excesos navideños. Incluso turnase para ir al trabajo con compañeros,
nos reducirá el gasto en carburante,
además de ganar un nuevo tertuliano.
Una buena manera de ahorra en nuestro fines de semana,
sin encerrarse en casa, es aprovechar la multitud de ofertas que encontramos
por internet, en restaurantes, cines, cupones descuentos… Sin ir más lejos me
propuse ir a cenar (evitando comida basura, eso sí) y al cine con mi chica con
el menor dinero posible... resultado18,5€ entre los dos, no está nada mal, eh?
Por tanto si somos cautos y consumimos con criterio, aprovechando
rebajas, comparando precios y servicios, y comprando lo necesario sin grandes excesos elaborando
una lista con los productos necesarios y
evitando ir al “super” con hambre, conseguiremos que nuestro saldo no caiga en, los ya casi familiares, números rojos.
Finalmente en las comunidades de vecinos, podemos tomar varias medidas para evitar sustos "vecinales" y que nos salgan las cuentas. Marcarnos un presupuesto anual del cual no hay que desviarse, tener una cuota comunitaria fija mensual para saber en todo momento lo que tenemos que pagar, evitar la morosidad entre los vecinos, ya que al fin y al cabo nos puede repercutir al tener que seguir pagando los recibos entre menos vecinos, realizar varias reuniones durante el año para repasar el estado de la comunidad... En definitiva tener un buen administrador que busque lo mejor para la comunidad y más importante aun al mejor precio.
Finalmente en las comunidades de vecinos, podemos tomar varias medidas para evitar sustos "vecinales" y que nos salgan las cuentas. Marcarnos un presupuesto anual del cual no hay que desviarse, tener una cuota comunitaria fija mensual para saber en todo momento lo que tenemos que pagar, evitar la morosidad entre los vecinos, ya que al fin y al cabo nos puede repercutir al tener que seguir pagando los recibos entre menos vecinos, realizar varias reuniones durante el año para repasar el estado de la comunidad... En definitiva tener un buen administrador que busque lo mejor para la comunidad y más importante aun al mejor precio.
Estas costumbres saludables, junto con la paciencia
que nos han traído los Reyes Magos a cada uno de los “españolitos de a pie”… hará
que nuestra cuesta de enero sea más llevadera.
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